viernes, 13 de enero de 2017

Desviejadero

Buscaba un hilo azul para remendar mi gastado pantalón de mezclilla, y encontré uno anaranjado donde mi vieja pluma china lo había escondido. En enero hace frío en este lado del mundo y los recuerdos también buscan abrazos para no morir de nostalgia. Quise usar la pluma, pero no se lleva bien con la pared y le busque la libreta con la que tuvo un romance en verano. Entonces casi acabé con la tinta y las hojas haciéndolos retozar; y aun así me pusieron a jugar de nuevo. Para hoy, no como antaño, no inventamos gran cosa pues la fiesta y la muerte no ocupan ser imaginadas, se viven y a mi me han vivido bastante. A la pluma china y a libreta les pedí entre su desgarriate, que lo hicieran en silencio y una lista de pendientes para este año, es enero, y es necesario no perder el rumbo. Se pusieron a jugar un par de minutillos y me dieron estas palabras y de inicio en la lista anotaron una pluma con tinta y una libreta con hojas, pues era la última de la libreta y las letras mochas no recuerdan nada; después me dejaron a la memoria un hilo azul y otro pantalón, por que todo está en este mundo para acabarse y tanto remiendo le hace sentir a uno viejo.

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