jueves, 28 de abril de 2016

Las revoluciones

Un punto clave para retardar o detonar las revoluciones es el desfase entre la persistencia de la motivación y los conocimientos para lograrlas, contra, la excitación y la autodeterminación para cambiar el propio contexto. Digamos, a la generación posterior e inmediata a una revolución se le otorgan suficientes gratitudes como para que se apacigüe, para que olvide la violencia y las causas de la lucha previa. Para que la sociedad caiga en el ocio y la ignorancia, así se puede postergar un futuro levantamiento, el enajenamiento es el medio para asegurar indefinidamente el letargo. En largos plazos el conocimiento se vuelve vulnerable para quien no lo procura; y, si ni a nivel individual el hombre (homogéneamente) procura el conocimiento, pues es de esperarse que una sociedad no sepa nada, si no a través de la obstinación de algunos de sus excepcionales miembros. Las revoluciones están perdidas si no son subsecuentes e inmediatas.

martes, 19 de abril de 2016

Apostoles

¿Que es lo que hace un apóstol si no compartir aquello que cree? ¿Que es lo que hace si no compartir dichas y promesas de dicha? Con el fervor de quien conoce la responsabilidad y la culpa guardar de la miseria y la perdición. Con la mano de dios en la boca, con el dedo del demonio en la frente y con la sabiduría de los profetas en la cabeza, con la creencia y la ciencia, con la moral y los capitales comprando vidas. El apóstol compartiéndose, replicando lo que se procura, con la hipocresía de la seducción, con el interés y con el egoísmo de los propios y el desdén a los ajenos. ¿Que es lo que hace el apóstol cuando lo hace? ¿Por que y para que lo hace? Lo hace por mandato, por deseo, por compromiso, por culpa, por arrepentimiento, por interés ¿Por si mismo? El apóstol, instrumento y el ejecutor, el actor y el acto, el apóstol, la terminal y el medio. El apóstol que habla y el que no lo hace y aun así se comparte. Inconscientes apóstoles y conscientes apostolados.¿Que maldición tenemos sobre nosotros para decirnos y desdecirnos con y sin voluntad?

domingo, 17 de abril de 2016

El embarque en la Trinidad

Al omen como me han llamado, el mismo nacido el día de San Buenaventura, le queda poco de esperanza en el nombre mi amada, puesto que el pastoreo no le arria más de un par de oyentes,
y las razones que les empujan a sentarse en las piedras no parecen ser mi padecida trashumancia y menos mi pasión de capitanear bergantines.

Yo te he soñado como te conocí, cobijada y levantándote el tapado, levantando esa cara, para ver lo bueno que Andalucía me prometió; pero no, no estamos yo vengo con Constanza en la cabeza, y quemándome los ojos de azul, de donde la mezquita está Maldita.

Te digo que me queda poco y ni la Qálibos o mi amigo el otro Pirata me pueden sacar de esta Valladolid porque aquí ninguno come, pero te escribo esta corta carta, por que aunque no se sepa de que se trata, tú harás como si no te la hubiera escrito, para darme un poco de ganas.

Ni es ese San Francisco que piso a diario, ni ese Santo Domingo que busco, ni mucho menos este San Juan que me abre la fiesta y este San Pedro que viene a robarme un año, no son ellos quienes me apartan, es mas bien ese Cristo Crucificado, negro como si fuera de caña Quemada.

Te extraño, ya nos veremos, recibeme aunque sea en pedazos y te halles encadenada,
soy tuyo hasta el hueso roto y hecho en el valle de Quencio.

Si en Zihuatanejo te encuentro algo, te juro guardártelo hasta Caleta, sabes que no miento.
Te diré hasta donde viviremos, pero eso que nos lo guarde la Gomera, tuyo el Omen.